Mirar para otro lado.

Mi madre fuer una de esas mujeres.
Nunca nadie la vio como valiente, ni tampoco como luchadora... en sus ojos solo veían una mirada lasciva, ¡había mantenido relaciones fuera del matrimonio! ¡Ya no merecía ningún respeto! ¡Qué equivocados que estaban todos!
Pero ¿Y qué pasaba con el hombre?
El hombre había salido huyendo, la había abandonado a ella y a la criatura que venía en camino. Seguramente bajo su estela, portaba infinidad de promesas de amor eterno hacia mi madre...
Entonces, ¿el problema fui yo?
¿Por qué la Administración no persigue este tipo de conductas?

Quiero igualdad... pero la quiero con todas las consecuencias, para mí, para todas las mujeres, pero también para los hombres, igualdad en todos los aspectos.
¡Castigo a esos que abandonan sin sentimientos ni responsabilidad! ¡Justicia para los hijos que sufrimos una infancia saciada de despecho!
Siempr e te lo he dicho,tienes que cerrar este capitulo.
ResponderEliminarAdelante!!!Lo s que te queremos te apoyamos!
Estamos contigo e iremos donde haya que ir para que tu vida sea respetada.
TERE